Cosas a saber antes de conocer, salir con un estadounidense.

Los hombres estadounidenses culturalmente tienen una marcada diferencia de costumbres respecto a los hombres latinos, por lo tanto, si una mujer comienza a salir con uno de ellos deberá adaptarse a su modo de vida, si la intención es tener una relación formal y olvidarse de las costumbres latinas, por ejemplo, para ellos es una falta de respeto la impuntualidad, valoran su tiempo y programan todas sus actividades con tiempo.

Normalmente en una relación les basta ver a la persona que aman una vez a la semana y eso no significa que no estén enamorados, necesitan tener su zona de confort, su propio espacio y no toman las cosas a la ligera, no cambian sus hábitos de la noche a la mañana, en sus labores usan ropa formal fuera de ahí sin importar el lugar su vestimenta es casual, la comodidad es primordial.

Al salir con una mujer que les interesa para tener una relación formal como su pareja, nunca tendrán intimidad en la primera salida, cuando lo hacen así es porque es amor de una noche, una aventura, no esperes que te adulen aun siendo su pareja, una vez al día dirá que hermosa eres y basta para ellos, al ver una mujer en la calle que les gusta no le dicen palabras amorosas o piropos, eso es una falta de respeto y educacion.

Tienen la costumbre de comprar sus alimentos enlatados o comprar comida chatarra, solo de calentar, por eso al conocer una mujer latina les gusta que le cocinen, verlas preparar la comida y no es por machismo, no son buenos bailarines, normalmente son rígidos, muchas personas los consideran aburridos porque no se divierten bailando.

No acostumbran responder un mensaje inmediatamente, primero realizan sus cosas personales, laborales, se toman su tiempo, al contrario que los latinos que responden al instante, después de un tiempo de una relación si contestan rápidamente, ya eres parte de su vida, no son buenos al tratar de mentir, se delatan por sí mismos, al contrario que los latinos que si saben mentir

Aumenta el número de madres y padres solteros en Estados Unidos

Las circunstancias que obligan a que un hombre se convierta en padre soltero puede tener distintos matices, los hombres viven esta situación en silencio debido a las críticas sociales y el machismo, la sociedad discrimina a los hombres con prejuicios equivocados y los cree incapaces de enfrentar la crianza de sus hijos sin la figura materna, esta sociedad dicta roles, el del padre debe ser de proveedor, protección, el que dicta las normas, mientras la madre su rol es la parte sentimental y afectiva. Los cabezas de familias monoparentales son más jóvenes, tienen menos formación y menos ingresos que los casados El 8% de los hogares con hijos menores de edad están a cargo de un solo padre en los Estados Unidos. La proporción en 1960 apenas superaba el 1%. Entonces no había más que 300.000 familias de este tipo con un hombre al frente. Hoy, según han calculado los expertos del Pew Research Center a partir del censo, la cifra asciende a 2.600.000. Y el volumen de madres solteras se ha multiplicado por cuatro: de 1,9 millones a 8,6.

Medio siglo atrás, los varones norteamericanos que sacaban adelante a sus hijos sin ayuda representaban el 14% del total de residencias monoparentales, sin embargo, en la actualidad ya son casi una cuarta parte (24%). Ellos son más propensos que la población femenina en esta misma situación a convivir con una pareja de hecho: el 41% entre los hombres frente al 16% de las mujeres. Igualmente, la media masculina tiene ingresos más altos, mayor edad y, por lo común, raza blanca. Pero en comparación con los padres casados, los solteros son más jóvenes, están menos formados y, económicamente, menos acomodados.

A este grupo pertenecen los progenitores divorciados, separados, viudos o que nunca se han casado (52%), los individuos que viven con una pareja sin haber contraído matrimonio (41%) y los esposos que no comparten domicilio (7%). A pesar de este incremento, los Estados Unidos, que están inmersos en profundas transformaciones de índole social y cultural, siguen lejos de España, donde una de cada tres madres es soltera, de acuerdo con los datos que se manejan en el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este porcentaje aumentó en 7,2 puntos entre 2006 y 2010.

La paternidad por lo tanto incluye no solo lidiar con conceptos y prejuicios sociales erróneos, sino también con la aptitud del padre para solventar todas las situaciones que se le presenten, debe hacerse cargo de los quehaceres domésticos, como la limpieza, cocinar, lavar ropa, ordenar, hacer compras, lavar trastos, planchar, también debe hacer los quehaceres educativos, como estar pendiente y ayudar a sus hijos hacer las tareas, llevarlos y recogerlos de la escuela o pagar un transporte escolar, así como también hacerlos sentir seguros, protegidos, debe buscar el equilibrio entre la figura paterna y materna.

La intención de este análisis no es entrar en conflicto en quien es mejor, no se trata de machismo o feminismo, de porcentajes que indican en que sexo se presenta más, de calificativos sociales, no se trata de capacidades físicas, sentimentales y conductuales, de medir a todos los hombres y mujeres con la misma balanza, al contrario se trata de demostrar que un padre solo hay dos cosas que no puede hacer, llevar a su hijo en el vientre y amamantarlo, de ahí en adelante son capaces de realizar las mismas tareas de una madre e inclusive mejor.

Los padres solteros han roto esquemas sociales realizando verdaderas hazañas independientemente del porque están criando sus hijos si la ayuda de su pareja, nadie nace aprendido como ser padre, si esta tarea fuera parte del seno familiar o del sistema educativo, nuestros hijos crecerían con una conciencia, con responsabilidad y devoción a su familia y tanto los hombres como las mujeres tendrían la misma capacidad para criar a sus hijos, sin tabúes sociales y culturales.